Home:

martes, 9 de agosto de 2016

Y te nombré: Lila

Manos heridas en sábanas mojadas,
fotografías desesperadamente reveladas
y el pasar de los autos en la lluvia.

Dibujos en cristales empañados,
tantos recuerdos condensados
me han hecho dar ocho giros antes de caer.

Es esta tu risa llorando,
de llanto en llanto saltando.
Es como un cobijo de sonidos sumergidos en tibieza.

Ahora mira, he llegado al acantilado.
Cuando la melodía finalmente se detuvo.
Al tiempo que aves resplandecientes presumen su color tornasol.

Los pasos nunca se detienen.
La gente sólo rompe los senderos.
Sólo son mentiras ya descubiertas por el gato en mi regazo.

¿Cuántas veces puedo verte frente a frente sin pedirlo?
Fechas que convergen, colores, letras
y caras que alimentan mi desiderátum.

Me usas para olvidarte.
Me dibujas sonrisas de polen.
Me enredo en las diferentes gotas de lluvia.

Tengo alas tranquilas para seguir recuerdos infantiles
e ir a mi mundo impenetrable y permanente.

Voy a dibujar y saltar por los jardines mirando los gatos a los ojos.

lunes, 8 de agosto de 2016

No debiste.

 No sé dónde te perdí.
Yo pienso que eres mía todavía.
¿Cuántos secretos podrás guardar antes de que vuelva a fallecer?

Ignóralo, como siempre.
Hoy se hizo la unión con la sangre de tu sangre,
mañana que levantes la mirada, tal vez reconozcas que debí ser yo.

A veces te imagino, apareciendo en mi habitación.
Sedosas telas te cubren el cuerpo.
Y esto me hace despertar con ganas de vivir.

Por eso te sigo; no lo hago por capricho.
¡Es que no puede revivir una flor marchita!
Por eso detesto decirme: “ella no vendrá”.

¿A caso crees que esa imagen de niña rica te hará feliz?
¿Entonces te has caído en un oasis?
Cuando todo acabe tendrás la sal en los labios.

No puedo ofenderte aunque a veces quisiera.
Cada bestia estará encerrada.
Esta vez dormidas por el olor de tu cabello.

No debo pensar en ti.
No debo llevarte a espaldas.
En esta vida no pudo perder tanto el control.

Tal vez, si tan sólo quisieras vivir un sueño.
No me permitiría terminar.
Te ofrecería un baile y una canción.

No debo planificar; estoy a mitad del camino.
Fue imprudente que vinieras a mí.

No debiste sonreír así.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Irremediablemente

Irremediablemente, el suelo resopla sobre mí.
Cada bramido me recuerda que no me dejará libre.
Duele vivir así, con la piel rasgada hasta los huesos.

A mi penúltimo suspiro: fotografías y luces.
Son como películas sobrexpuestas,
frágiles aromas y la tierra húmeda.

Mi hogar enmohecido, balas agudas y flechas suntuosas.
Siempre creí en una muerte romántica.
Con el plomo diciendo: "quédate y duérmete en mi pecho.”

Cómodo y conforme frente a la pecera que… Ahora necesito vigilar.
Sumérgeme y llévame a vivir contigo, a respirar tu pureza.
Canta mi canción para dormir porque mis brazos se caen.

Que cada fibra vibre con el rosar de tu pulgar.
Cierra cortinas, cierra mis ojos y no mientas…

Por favor.

Hoy me acordé de ti

En esta mi tarde, 
                               todo lo noto diferente
                                                                   La sonrisa que me movía ya no está conmigo.
                                                                   Y tu única forma de besar se ha ido.

Yo era rico cuando estabas aquí.
                               Era el más ingenuo de los corazones.
                                                                   Y me pregunto si aún piensas en mí.