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domingo, 24 de agosto de 2014

Vocecita

Vocecita, ¿estás ahí?
Están sonando.
¿Las oyes?
Mira, el viento las trae,
aunque también se las lleva.
Son como aquella sonrisa 
que se borra en tu memoria.
Como esos pasos que te arropaban
pero que han dejado solo el lodo.
¿Tú eres como ellas? ¿También te irás?
Tu llanto me dice que sí,
pero tu cuerpo sigue aquí
aunque tu alma ya no.
Dime si me dejarás aquí, solo.
¿No respondes?
Eres solo un oscuro espejo.
No enciendas la luz, no quiero verte.
Solo deja cerrada la puerta 
y déjame salir primero.
Seré yo quien te abandone 
arrojando tus recuerdos al río.
Al que solíamos cruzar juntos,
aquellas aguas limpias donde te caíste
y que ya no podías salir, 
hasta la noche de hoy.

Cada una de las gotas de lluvia

Seriedad oportunista.
Omega o Alfa.
Nuevos espejos.
Todos se esfuman.

Andenes y gente mirándome.
Lágrimas sinceras.
El sabor de los recuerdos.
Sueños desvanecerse.

La fuerza se acaba.
Agujas de colores.
Siempre son las mismas.
Anudando desprecios.

Normalidad aparente.
Silencios y discusiones.
Incertidumbre asesina.
Asesina de suspiros.

Sonrisas tiernas.
Donadores apáticos.
El color de la vida:
Vacío, hondo vacío.

El dolor a cantaros, el dolor de julio.
Risa chantajista.
Tormentas frecuentes.
Y un: “Estaré contigo”

Agua, Cristal y Roca

Mi mano a tu mano, 
de pie y bajo el pórtico.
Tierna y sutil belleza, 
haces latir todo lo que tocas
con tus delicadas manos.
No quise evocar sus funestas figuras.
No pretendo salpicar mentiras en tu corazón,
Ni debo volver a insistir en mi deseo.
La terquedad se ha ido contigo,
pero siento que no he luchado lo suficiente.
En esta mañana caminaré por ti.
Si pudiera regresar y tus pasos me siguieran,
solo estarías molesta por no golpearte,
golpearte con un beso.
Entiérrales agujas, agujas de colores
y si te lastimo con mis ausencias,
Entonces déjame clavado en el silencio.
No es fácil entrar y ser juzgado,
karma contra deseos.
Las almas solo quieren ser una otra vez.
Solo los ojos de los santos nos miran,
campanas en lo alto, luces de colores.
¿Qué es lo que me quieres decir?
¿Qué dos más dos siempre suman cinco?
¿O que nunca en casa hubo ganadores?
Solo miradas frías y caminatas nocturnas.
Esto no es una coincidencia.
Esto estaba por ahí, en algún papel
pero si lo leyese no le entendería.
Un pergamino sumergido en agua bendita.
En el viento del sur y el calor de mayo.
Como un terremoto en medio de una guerra.
Ese corazón tan dañado debe de tener cura,
déjame enmendar sus heridas y sanarlo,
mientras no muera el poder de mis manos.

Noche ¿por qué me besas ahora?- Sad moment

Noche ¿Por qué me besas ahora?
No puedo decirte la verdad,
mi pecho no tiembla,
solo puedo devolverte el favor.

Aunque aun no evado la mirada
de aquellos lascivos ángeles
ella me ha enseñado a mirar hacia otro lado
a donde nace el día y la esperanza.

Así que no dejo de ver al cielo
Y pedir que nos ilumine,
que todo se pueda cumplir
y que vivamos un poco más.

Pero entonces llegas tirando granizo.
Y yo me he prometido no contrariarte
para no hacerte daño y dejar que todo pase,
dejar que todo el sol te ilumine solo a ti.

En casa nada cambia para bien.
Cada lloriqueo es reflejo de debilidad.
Percibo que abunda al paso de los minutos
y no hay lugar a donde meterme.

Fabricamos camisas al mayoreo.
Blancas camisas de fuerza
que no dejan escapar suspiros,
que estrangulan las almas.

Pero todo estará bien.
Todo estará bien.
¡Ojala y todo estuviera bien!
Todo bien.

(Aquí nació SAD MOMENT)

Rewrite

Sigo armado con naipes
y puedo descifrar tras el cristal
que nadie me lastimará,
que nadie entrará.
Pero aún sigue difusa
la silueta retorcida,
la que desde hace días me persigue.
Como en el principio.
Pero tiene un nuevo rostro,
un nuevo aroma y una nueva sonrisa.
¿Dejar la puerta abierta otra vez?
Cuántos ases bajo la manga
y ahora ninguno para apostar.
Más bien la recompensa
es la que debería arriesgar.
No lo entiendes, no hay nada aquí dentro,
solo dolor y vergüenza.
Y eso te agrada, ¿saboreas cada lágrima?
¡No lloras ni te inmutas, sigues yendo y viniendo!
Pero, a veces, en el espejo: te denudas y revoloteas.
Me crecen alas negras, carmesí.
Esta frase no es mía.
Esta risa no es mía.
¡Vamos, me agrada mi nueva cabellera!
Pero no soy yo de nuevo. 
Cada día me moldeas.
Cada día no cumplo conmigo.
“Nómbrame por apellido”.

lunes, 4 de agosto de 2014

Baby smell

Es, al abrir una puerta, el ruidito más suave,
un bello bosque aturdido por la lluvia,
es el vapor de tu cuerpo el perfume fresco
que la noche regala a cada uno de mis sueños.
Detén el tiempo y vive así, 
es mi deseo inoportuno.
Regala sonrisas a papá y mamá,
el alimento de nuestras almas.
Son mis tres guerreras de un jardín perdido.
Con sus tenues y celosas voces.
No dejan escapar ni un latido.
Juegan ríen y lloran
como desde un principio.
Sus pequeñas manos me empujan,
me arrebatan el aliento.
Rio, lloro y juego
Como desde un principio.

domingo, 3 de agosto de 2014

I’m Done

Ayer, entre odiosos anuarios
empolvados y manchados
caen lágrimas sueltas
que sellan el papel.

Hay un latido,
que sus ojos observan
después, esa hermosa timidez
no es lo que aparenta.

Suelas sucias y groserías,
lanzando cosas al aire.
Un ánimo de un reencuentro
obstinadamente resuena en su pecho.

Las sombras reaparecen:
humanoides acartonados,
petulantes obesos
vuelven a dar órdenes.

Alza la vista, relaja tu alma,
porque se abre el cielo en la mañana
del lluvioso verano.
Tal cual Dios te obsequió.

Escribes recuerdos adolescentes
con una nueva sonrisa.
La sangre nueva borra heridas
y te hace amar con verdad.

Deseas tocar sus labios
pero han muerto todas las corrientes
y se han secado los sonoros riachuelos.
Ahora no parece haber vuelta atrás.
¿O sí?

miércoles, 9 de julio de 2014

Ganando partidas - Lanzando dados

Esa extraña mañana
comenzaba mi turno.
Al eco de entre mis manos:
un perfume de congoja.
Mi costumbre: mirar el cielo
más no ganar partidas.
Ya hundido y liviano
saboreando ondas alfas.
Terminaba en el suelo
temiendo nuevas pesadillas
hasta que sentí
tu húmeda briza de verano.

Recuerdo bien
las huellas de soledad,
luego ya estabas conmigo,
estaban tus manos
y una sombra arrepentida
así de efímera y corrupta
como el aroma suave de tu pelo
 y el ocre de tus ojos.
Un peldaño tras otro,
siete años de distancia,
dos temperaturas fracturadas
que nunca sanarían.

Legué al final del borde polvoriento
golpeando gente inchada.
Entonces presumía mi victoria
metiéndote a la bolsa
frente a aquellos perdedores:
obesos exasperantes,
subidos en motos
supurando holgazanería
en cada ruidoso muñequeo,
encerrados en su cofre
que no conocía.

Cuando llegaba la noche
se quedaba tu sombra a mi lado,
me tocó el pecho
y no dejaba de acariciarme.
Mientras tu cuerpo salía
a cumplir sus acuerdos.
pese a las contradicciones
que colmaban su mente.
Ahora tú estás lanzando mis dados.
Estas bajando y subiendo escalones.
Soñando con el examen, soñando con crines.
Mirando la misma programación de siempre.

Pudiste andar más allá donde no hay límites.
Llevándote mí azar contigo: los caracoles en la arena.
Pudiste cabalgar por un bello horizonte.
Montando serpientes, sangrando maderas.

Ahora hay más de dos sentados en la mesa.
Todos perdidos resignándose a no recibir cenizas.
Saliendo de agujeros y cayendo en otros.

Lanzando dados y ganando partidas perdidas.

sábado, 5 de julio de 2014

Paranoia

Ahí hay un gato
que habla al revés.
Hay un delta
al final del camino amarillo.
Podría estar mal de la cabeza.
¡Oh! Mi alma está sentada tras de mí
mirando clasificaciones “D”
Porque también hay una casa
que se esconde del dueño
y el dueño se escuda
con una tarea cotidiana,
con una asamblea de escape.
Esa charla seca es su guarida,
su trinchera.
No me tiembla nada,
es un invento de la televisión.
Tacto torpe,
las manos que no se entibian,
cobertores que no son suficientes.
Abrazos en sueños,
olas y zumbidos que cayendo desde una peña…
en el suelo todo enmudece.
No muero pero siento encogerme.

Ahí hay demonios admirables,
vuelan y cierran puertas platinadas,
súcubos de cara redonda.
Lastiman en cada suspiro
porque no hay ventanas en esta casa.
Entran y en la más sumida perdición,
como perros chillando,
el miedo se presenta: Inmóvil,
parecido a un ángel cruzado de brazos,
me hace entrar
en esa máquina
de engranes hambrientos y ensordecedores.
¡Da la vuelta, da la vuelta!
Este no es el lugar correcto.

Presentación del Dilema

Cada noche, te aseguro, está reptando por tu espalda, susurrándote, camuflado con la exquisita brisa de verano. Separado y lejano cual viejo recuerdo infantil pero inseparable desde tu primera lágrima. Los expertos, indulgentes, diciendo: “déjalo salir”, pero inútilmente puedes contenerlo.

...

Cuánto de letras extrañas me he leído, hasta sembrar una semilla en mi cabeza, que comenzó a crecer naturalmente, como la hiedra, a veces venenosa, a veces enmarañada o incluso acariciando a una simple roca. Esto es +Quandary+

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