Pensaba en lo diarréico que puede llegar a ser el exceso positivista. Hoy puedo decirte que no sólo puedes cambiar hacia una actitud positiva compulsivamente, sino sentir la necesidad de volver al camino de la felicidad. Espero que los químicos hagan su trabajo, eso no existía realmente. Todo empieza y todo termina. ¿Qué sientes y qué quieres sentir? Lo que viene del exterior. El ambiente que te rodea te hace pasar un mal rato. Es un disparo certero al corazón.
Es el cinismo lo que debes evitar... Y no tanto con los seres cercanos sino con el personaje del espejo, el hombre de hojalata o el estúpido león. Dar un paso en sentido figurado, al "otro lado". Sólo piénsalo bien, el muro es fácil de burlar, es a penas cincuenta centímetros de alto. Para ti que tienes piernas y nada de lo físico en esta tierra te hace sentir vulnerable. Sabrás que al final no tener manos y piernas que funcionen te hará sentir inútil; como los químicos. Tal vez vivir en la vecindad con cuatro chicas a tu lado... ¿Qué cenarás el día de hoy?
Despierta y mira el sueño hecho realidad. Ahora no tienes por qué seguir lánguido, triste, malhumorado. No todo estará bajo tu control. No todo se siente como hoy. No todo puede ser fácil, tanto como abrir la boca para comer del plato.
Puedes ser "feliz" si tu quieres. Es tu propio sentimiento. No tiene por qué tener una definición. La ignorancia del propio sentimiento; eso te hace sentir mejor, o tal vez no. Comparte entonces el camino, no el castillo, no la gema, no el tesoro. El camino es más importante. La fortaleza se crea cuando decides mantenerte o cambiar.
Respira profundo, saborea la brisa, come helado, dibuja esa silueta.
Derrama una lágrima de vez en cuando.