martes, 17 de abril de 2018

La ingratitud del ser

Seres infectados.
Virus mutados,
conciencias intranquilas.
Tedio observatorio.

Miedo, llanto
y júbilo al unísono.
Esto sucedió antes.
No me culpes.

No me desintegres,
por ahora no tengo a dónde ir. ¿Quieres llorar mi tristesa?
¿Te ayudo a conseguir la tuya?

¡Continua respirando!
Voy a abrir los ojos
y te contaré lo que miro:
Una vida desperdiciada.

Aunque nadie pueda decirte cómo vivir...
Cada pieza tiene un lugar perfecto,
esperandola caer,
simple y complejo es dar un paso,
hacia adelante o hacia atras.

Quizas sólo siete grados a la derecha
o treinta y ocho a la izquierda.
Un número de posibilidades finitas
en una circunferencia,
que te susurra a los ojos.

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