Es de madrugada, cuando los silencios se despiertan para adornar la noche; guarda este momento, deja que la brisa pula esta figura, pues yo soy el calor que vive aún dentro de ti.
¿Quién dijo que un eco durmiente y nocturno es aburrido? ¿quién dijo que ya no se puede vivir allá afuera o que las noches sin luna son aburridas?
Las mentes trastocan nuevos sentidos, corrompen sus instintos y se vuelven racionales. Son como humanos conversando; un poco de ruido, un poco de locura. Es, a veces, un defecto en el código profundo.
Los jóvenes productivos no van a la televisión. Puedes oir un rumor sobre una disputa. Los que trabajan activamente, entre sus juegos, no dejarán huella alguna.
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