martes, 9 de enero de 2018

Un día provechoso

Aún cansado. El tiempo de sueño es apremiante, pero no lo es cuando sólo ganas 5 horas de sueño. Aun así, el día, sumado a una melodía que no escuché, pero que me hubiera llenado aun más: Pride (In the name of love). Quiero contarte que... Me gustaría que imaginaras un día como una caja o un nicho. Es como una cuadrícula. Tienes ahora varios espacios llenos, vividos. ¿Me soy claro? Ahora, puedes mirar todos esos huecos juntos, dentro de ellos hay objetos, fotografías, proyecciones que han sido archivados quién sabe dónde. Como te darás cuenta son muchos nichos, donde cada día ha sido hecho, cada día ha sido realizado. ¿Qué vas a hacer con ello? ¿Dejarás que se queden ahí para siempre?

Sabes que estarán siempre ahí. Al menos en una parte física de tus células. Mirando más de cerca encontrarás entes del pasado. Ellos fueron y tal vez aun formen parte de tu vida. ¿No sientes nada por esas sombras? No puedes engañarme. No intentes mirar demasiado dentro. La mente es frágil para un acercamiento de este tipo, ya lo verás, enfermarás. Mantente a una distancia prudente y rescata lo memorable.

Armarás un día más mañana. Rellenarás un hueco más. ¿Qué vas a colocar en el nicho y qué guardarás para siempre en tu memoria? ¿No hay una salida más clara? La verdad es que yo tampoco sé qué haré con los siguientes huecos. Pero estoy seguro que en alguno de ellos habrá una evocación más hacia el pasado. Tu tablero se llena. Tus nichos de blanca madera dispuestos para tu albedrío. Dale un sentido a todo esto y envíame una carta cuando tengas la respuesta.

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